Los servicios que ofrezco son los siguientes
Declaraciones trimestrales
El objetivo del trabajador autónomo es gestionar su negocio. La realización de actividades económicas lleva implícitas unas obligaciones fiscales que hay que cumplir dentro de los plazos correspondientes para evitar sanciones y recargos. Las declaraciones trimestrales pueden ser complejas para el trabajador autónomo además de restarle tiempo en la gestión de su negocio. Yo realizaré estas declaraciones aplicando la legislación vigente.
Para realizarlas hay que tener todos los ingresos y gastos registrados, así como un registro de las facturas emitidas y de las facturas recibidas. Con estos datos, calcularé los importes de las declaraciones.


Declaración anual del IRPF
La declaración anual de la renta puede ser una tarea muy compleja para cualquier persona porque se necesita conocer la legislación fiscal, tanto nacional como autonómica, para realizar los cálculos correctamente. Para los trabajadores autónomos supone un gran esfuerzo en tiempo que le impide realizar sus actividades económicas.
Hay que tener en cuenta todos los rendimientos que obtiene el contribuyente y los gastos que son deducibles.
Declaración anual del Impuesto
de Sociedades
Para realizar la liquidación del impuesto hay que basarse en la contabilidad de la empresa. Pero no todos los gastos contables son fiscalmente deducibles. Determinar estas diferencias entre la contabilidad que determina el beneficio neto y los gastos fiscales deducibles para determinar el importe de la liquidación del impuesto de sociedades es muy complejo. Hay que tener profundos conocimientos en ambos aspectos.
El punto de partida para calcular el importe a pagar o devolver del impuesto es la cuenta de pérdidas y ganancias. En este documento se registran todos los ingresos y gastos de la empresa y su diferencia es el beneficio neto. A esta cantidad se le aplica el tipo impositivo correspondiente, además de tener en cuenta las diferencias antes mencionadas.


Declaración anual del Impuesto de Patrimonio
El patrimonio neto de una persona incluye todos los bienes y derechos económicos menos los gastos y deudas que disminuyan su valor. Si el importe total del patrimonio neto determinado con las normas reguladoras del impuesto, excluidos 700.000€ que es el mínimo exento, supera los 2.000.000€, hay que presentar la declaración del Impuesto de Patrimonio.
Al ser un impuesto totalmente cedido a las comunidades autónomas, hay que tener en cuenta la legislación que sobre este impuesto han establecido. Las comunidades autónomas tienen competencias para elegir los tipos impositivos y las bonificaciones y deducciones.
Declaración anual del IVA


Contabilidad de un trabajador autónomo
Trámites con la Agencia
Tributaria tanto estatal como autonómica
