Conclusiones de los efectos de la ecotasa en el alquiler vacacional


El Impuesto sobre estancias turísticas (IETS) ha hecho que muchos alquileres turísticos no legalizados salieran a la luz. El uso de viviendas
con fines turísticos creció mucho. Como consecuencia de este auge fue el encarecimiento de los precios del alquiler residencial y la falta de viviendas para residentes y trabajadores que venían a las islas. El Govern y el Ajuntament de Palma establecieron leyes y medidas para frenar el crecimiento de las plazas turísticas en residencias (número máximo de plazas turísticas que se pueden adquirir, dividir las islas en zonas para controlar el número de plazas, impedir los alquileres vacacionales en pisos de Palma). Estos cambios se produjeron en el año 2017 y siguientes.
Las Instituciones desean un crecimiento en calidad y no en el número de plazas turísticas.
Los cambios en las leyes turísticas frenaron el crecimiento de viviendas vacacionales legalizadas y no el IETS.
A pesar de los cambios legislativos y las prohibiciones, actualmente la oferta ilegal de pisos vacacionales sigue muy elevada. Los propietarios de los bienes inmuebles prefieren los alquileres turísticos a los alquileres de uso residencial anual y por ello, los precios de los alquileres son inaccesibles en temporada alta. El acceso a una vivienda se agrava de manera exponencial.
El establecimiento de un impuesto turístico que grava el número de estancias realizadas por el turista no ha supuesto una disminución del número de personas que eligen les Illes Balears para pasar sus vacaciones.
Cómo reflejan los siguientes gráficos realizados por el Instituto Nacional de Estadística, el número de pernoctaciones no ha disminuido desde que en julio del 2016 entrará en vigor el IETS.


Número de pernoctaciones en apartamentos turísticos


Número de viajeros


Los gráficos reflejan que las disminuciones se corresponden con el fin de la temporada turística y los meses de inverno con apenas actividad turística. Las disminuciones de los años 2020 y 2021 no se deben al IETS. Son provocadas por las restricciones de movilidad y sanitarias derivadas de la pandemia de la COVID 19.
Para esta temporada 2022, las previsiones se acercan a los datos del 2019.
Si miramos las obligaciones formales que el contribuyente (persona física) y propietario de un bien inmueble tiene que realizar, las diferencias son evidentes. En esta tabla se muestran las diferente obligaciones formales que hay que realizar arrendando una vivienda por temporada y una vivienda turística.

Aunque parezca más ventajoso arrendar una vivienda con contratos de temporada, pero con fines turísticos porque las obligaciones formales son menores y hay menos trámites relacionados con la obtención de la licencia y la adquisición de plazas turísticas, las sanciones derivadas del incumplimiento de las normativas pueden ser cuantiosas.
Desde el punto de vista recaudatorio, el Govern tiene previsto ingresar por el IETS 140.000.000€ este ejercicio 2022 (ANEXO 6 Presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears para 2022 – Estado de ingresos – Resumen por capítulo, artículo y concepto). Este importe representa el 5,58% del total de ingresos por impuestos indirectos (2.510.459.190€). Con este importe se podrán financiar actuaciones relacionadas con la pandemia COVID 19 para paliar los efectos directos imputable al programa presupuestario 413G y a la recuperación e impulso económico que requieran un seguimiento presupuestario diferenciado. En este ejercicio quedan suspendidas las actuaciones de la Comisión del Impulso del Turismo Sostenible (Disposición adicional quinta de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears). Estas actuaciones se remontarán en el próximo ejercicio.
El Impuesto sobre estancias turísticas es necesario porque con su recaudación se van a financiar proyectos medioambientales y de turismo sostenible. También se ayuda a proteger el patrimonio histórico. Los turistas y residentes están cada vez más sensibilizados con proyectos que protejan el medio ambiente y con un crecimiento económico que no perjudique el entorno. Es necesario el equilibrio entre el crecimiento económico y el respecto por la naturaleza y el patrimonio histórico.
El importe que paga el turista por el IETS es mínimo (4€ por día en un hotel y 2€ por día en una vivienda vacacional) si se compara con los gastos diarios que supone estar de vacaciones (desplazamiento, comida, actividades de ocio, …). La persona que se va de vacaciones fuera de su lugar de residencia no mira los gastos, está pensando en actividades de ocio. El turista tiene capacidad económica que es lo que grava el IETS.
En mi opinión, el impuesto ayudará a la sostenibilidad turística, la calidad en los servicios prestados y la mejora del entorno siempre que los fondos recaudados se destinen para estos fines y no se utilice el impuesto como arma política. Es un deber de todos contribuir al desarrollo de un turismo de calidad y sostenible. Los recursos naturales isleños son limitados y están sobreexplotados.

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